Los Señores de Ilwarath
 
 
    Avjaal viajaba por el inmenso vacío estelar en una incesante búsqueda. Buscaba a su hermano Namak, aquel que había asesinado sus hijos. Lo sentía cerca,  su intemporal búsqueda iba a cesar pronto, afiló su espada y, se dispuso para el combate. Por fin tenia a su hermano delante y, aullando  se lanzo contra él. Los aceros chocaron y, del impacto las espadas de ambos se destruyeron dejando millones de fragmentos por el espacio y, de cada uno de estos fragmentos nació un mundo. Mientras tanto la batalla continuaba con resultado incierto pues ambos adversarios eran igualmente poderosos. Con cada golpe, uno de los recién creados mundos era destruido y, eso hacia mas fuerte a Avjaal, pues él era la muerte. Viendo el poder de su adversario, el terror invadió a Namak dando con ello a Avjaal la oportunidad de darle el golpe fatal. Y, así cayó Namak muerto con el pecho abierto por el devastador golpe de Avjaal, que con el poder obtenido con la muerte de su hermano devolvió la vida a sus hijos en su ultimo acto de creación. Estos al ver el rostro de Avjaal huyeron por la aterradora visión de lo que se había convertido. Solo cinco de sus hijos se quedaron.  
    Lyzell que vio el alma torturada de Avjaal (pues a pesar de ser el mal, Namak era su hermano y, matarlo le entristecía) le ayudo a curar las heridas físicas y espirituales que había sufrido. Y, por esto fue recompensada con el don de llevarse las almas que eligiera de su reino. Pero mas tarde se enamoro de Malander y, se fue con el.  
    Baal, Yago y, Shur se quedaron pues querían ayudar a Avjaal a acabar con los seres que había creado Namak. E Ytahc, (El Gran Dragón) se quedo pues vio el futuro en las entrañas de Namak y, vio que Baal les traicionaría. Y, vio también su propio destino.  
    Así, comenzaron a perseguir a las creaciones de Namak que se habían esparcido por todo el cosmos y, les fueron dando caza. Pero la desgracia se cernía sobre ellos.  
    Y, así, Baal se enfrento a Raktaur, el mas poderoso de los hijos de Namak cerca del cadáver de este. Y, aunque Baal era poderoso, vio que su derrota era segura y, de un solo golpe cayo mortalmente herido sobre el cadáver de Namak. Y, tendido sobre este, vio el brillo del alma de Namak rebosante de poder y, en su desesperación se apoderó de ella. Al instante se sintió recuperado y, rebosante de poder, tanto era su poder, que Raktaur al verle se arrodillo ante él, viendo a Namak renacido. Baal poseído por el alma de Namak mató a Raktaur e inmediatamente partió en busca de su padre/hermano, para acabar con él. El ataque sorprendió a Avjaal que calló gravemente herido. Pero Ytahc estaba cerca y, aprisionó a Baal entre sus fauces encerrándolo entre ellas. Pero Baal era mas poderoso que nunca y, sabiendo Avjaal que Ytahc no podría retenerlo durante mucho tiempo cubrió su cuerpo con su capa para que Baal no pudiera escapar.  
    Y, sobre la espalda de Ytahc crecieron montañas.  
    Y, de la sangre de Ytahc producida por las heridas que le provocaba Baal, surgieron los ríos.  
    Y, de la capa de Avjaal surgieron los hombres.  
    Y, Avjaal se sentó en su trono esperando el regreso de Baal.  
Extraído de “El Libro de los Muertos” 
Por: Kellen Quinek 
 
Avjaal, El Señor de la Tierra de Los Muertos
 
 
     Avjaal es el señor de Ilwarath (La Tierra de los Muertos). El elige el destino de las almas de los difuntos de los seis planos que llegan a su reino. La leyenda dice, que al llegar a Ilwarath hay tres hileras de almas. Una de ellas conduce a “Naol Ishtaen” (El Portal de la Iluminación) y, las almas que hacia allí se encaminan son llevadas con los dioses a los que sirvieron fielmente en vida, para reunirse con ellos. 
    La segunda hilera conduce a “Naol Graim” (El Portal de la Reencarnación) donde se dirigen las almas que fallaron en algún momento a sus deidades, pero a las que les es otorgada una segunda oportunidad. 
    La ultima hilera conduce a “Naol Kestar” (El Portal de la Destrucción) donde sus almas son devoradas por los Inagorn. 
    No se conoce ninguna aparición de Avjaal a lo largo de los siglos, pero los tapices en los que aparece suelen describirlo como un hombre de varios metros de altura vestido con una coraza negra completa recubierta de runas, portando una inmensa espada de dos manos. Sentado en un trono de piedra teniendo a sus pies los tres portales. 

    Los Avyalish  
    Los Avyalish son los sacerdotes de Avjaal. Son gente que se prepara durante toda su vida para el día en el que Baal se libere, e intentan retrasar ese día lo máximo posible. En su escudo se lee “Danos sabiduría para conocer el día del destructor y, valor para enfrentarnos al él” 
    Suelen ser gente fatalista y, muy críptica que no se relaciona con gente ajena al culto. 
    Para ser uno de los Avyalish se deben seguir los siguientes preceptos: 
    Buscar durante toda tu vida señales sobre el retorno del destructor, y sobre adoradores de este, para acabar con ellos. Si un Avyalish por voluntad propia huye de una confrontación con uno de los seguidores de Baal, perdería la confianza de si dios (y los poderes que este le otorga). Si un Avyalish se alía, o ignora a alguien aliado de los Namakitas, queda marcado, y será perseguido y ejecutado por sus compañeros de orden. 
    Los templos de los Avyalish son secretos solo conocidos por los sacerdotes. Siempre hay como mínimo uno de ellos en cada templo acompañado de varios iniciados. Los templos son centros de reunión e información para la gente del culto. En ellos se encuentra información sobre los movimientos de sus enemigos en la zona alrededor de la cual se encuentra el templo. Una vez que alguien se hace iniciado de Avjaal, no puede abandonar el templo hasta que se le haya ordenado sacerdote. 
    Para llegar a ser uno de los Avyalish, a parte de los requisitos necesarios, hay que superar también la “Mirada de Avjaal”. Esta, es una prueba por la cual el iniciado debe soportar la estancia en el Ilwari, una habitación que se dice esta entre Daegon e Ilwarath, y donde es observado por Avjaal, el cual decide si el iniciado es o no digno de convertirse en uno de los Avyalish (se dice que los que no son encontrado dignos, nunca salen del Ilwari). 

 
Otros nombres: Evyal
Habilidades:
Ataque con 2 armas
80%
Detencion con arma
80%
Detencion con arma o escudo
80%
 Ataque con arma natural
80%
 Esquivar
80%
 Conocimiento cultural 
60%
 Arrojar
60%
 Montar
40%
 Oratoria
65%
 Buscar
65%
 Esconderse 
 70%
 Deslizarse en silencio
 70%
Magia Espiritual:
Toda
Magia Divina:
Toda menos resurreccion
 
Yago, El Destructor de Almas, Señor de los Inagorn
(Portal de la Destruccion)
 
    Yago es, de los hijos de Avjaal, el mas parecido a el. Es el creador y señor de los Inagorn (los matadores de dioses), y selecciona entre las almas que llegan a Ilwarath, a aquellos que considera dignos de tal labor. 
    Los destructores de almas (los sacerdotes de Yago) rara vez van acompañador, a no ser por alguien que pretenda unirse a su orden. No existe ningún templo dedicado a Yago. Sus sacerdotes se dedican a recorrer el mundo buscando incursores de Namak, allí donde aparezca una conjunción de astros que abra un portal, estará uno de los destructores de almas esperando la llegada de los Kurbun para acabar con ellos. 
    Los destructores de almas son temidos por todos aquellos que alguna vez han oído hablar sobre ellos, pues se dice (y es cierto) que aquel que muere a manos de uno de ellos nunca se reencarnara o podrá unirse en el mas allá con la deidad a la que adora. 
    Los destructores de almas son inmunes a cualquier tipo de miedo, y ellos causan miedo a voluntad en aquellos a los que van a enfrentarse. Al morir, los destructores de almas se convierten en Inagorn. 
    Yago es el único dios adorado por los Enanos (el sumo sacerdote de Yago es de esta raza), y la única aparición en Daegon de este dios fue ante Bakmoor, el hijo de Zulkien, para ofrecer a los Enanos la posibilidad de que sus almas descansaran tras su muerte. Bakmoor describió a Yago como un rostro esquelético con fuego en los ojos, ataviado con una túnica negra que impedía ver el resto de su cuerpo, y ese es el símbolo portado por los destructores de almas, un cráneo con los ojos llameantes.
 
Habilidades:
Ataque con 10 armas
75%
 Esquivar
75%
 
 
Magia Espiritual:
Cuchilla afilada, Cuchilla Ignea, Fanatismo, Fuerza, Garrotazo, Mano de hierro, Mellar armas, Vigor
Magia Divina:
Adorar, Aplastamiento, Arma Autentica, Arma Viviente, Berserk, Curacion de Heridas, Escudo, Excomunion, Golpe mortal, Guardia, Juramento, Localizar Enemigo, Relampago, Relampago, Revelacion, Santificar, Separacion del alma
 
 
Shur, El que Guia las Almas, Señor del Plano Espiritual
(Portal de la Reencarnacion)
 
    Shur suele ser adorado por aquellos chamanes que rinden culto a los antepasados. Sus seguidores, no suelen adorarlo directamente, sino a través de diferentes representaciones, que varia dependiendo de la zona en la que es adorado. No existen templos dedicados a él, pues principalmente es adorado por gentes nómadas o primitivas, que suelen representarlo con distintos tótems. Shur suele conceder a sus seguidores “la visión” que les permite ver las almas de los muertos cuando estas abandonan sus cuerpos, y también les concede “el don” por el cual pueden hablar con estas almas, y gracias al cual, también pueden viajar al portal de la reencarnación, para traerlas de vuelta temporalmente. 
    Los chamanes que adoran a los antepasados, suele ser gente que en algún momento de su vida (por lo general durante su infancia) tras presenciar un hecho traumático (normalmente la muerte brutal de algún familiar), “ven” por primera vez a Shur que se les aparece, y en ese momento les otorga “la visión”. Años mas tarde, y si el individuo a seguido “el camino de los espíritus”, Shur, tras probarles, les otorga “el don”.
 
 
Magia Espiritual:
Confusion, Cuchilla Afilada, Desmoralizacion, Disrupcion, Inflamar, Mellar Armas, Proteccion
Magia Divina:
Adorar, Bloqueo Espiritual, Consumir, Crear Fantasma, Devolver Golpes, Escudo, Estallido Mental, Golpe Mortal, Ilusiones, Juramento, Locura, Miedo, Ordenar a los Cadaveres, Relampago, Revelacion, Santificar, Separacion del alma, Veracidad, Vision del Alma
 
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