MASHLAN
     Somos los elegidos, solo nosotros de entre todas las razas de Daegon hemos sido encontrados dignos por los Suritani para ser los receptores de su inmensa sabiduría. Las demás razas fueron encontradas indignas y, por eso fueron apartadas de nuestro lado hace tanto tiempo. Por ello es necesario que volvamos a purgar, en esta, la isla elegida y expulsemos a los seguidores de esa deidad impía que es Korian que solo nos impide alcanzar nuestro glorioso destino. También debemos expulsar, como ya hicimos hace tanto tiempo con los Ailanu, a esas burlas de la naturaleza, que son los enanos y los Shizune.
Extraído del discurso de Yamakuge “El Visionario”
2º Emperador de Mashlan
Poco antes de las guerras por la purificación 
 
 
    Extraído y traducido de los diarios de Ty Sune Kozura por Misara Rogarj, cronista y responsable de la biblioteca de Ashkay en Baern. 
    (Nota del traductor: Ty Sune Kozura, fue probablemente el samurai mas conocido y admirado de todo Mashlan. Sus hazañas han sido contadas generación tras generación. Se decía de el, que había sido bendecido por una diosa que le otorgo la inmortalidad. Y sus historias se desarrollaban en casi todas las épocas. Pero siempre se le había tomado por un mito. Hasta que hace cincuenta y siete años (en el año 698 del calendario menetiano) se descubrió lo que parecía ser su diario. Diecisiete de los veinticinco pergaminos de los que consta su biografía, repletos de apuntes y datos que revelan gran parte de la historia del pueblo Mashlanita que se creía perdida dado que tras los grandes cataclismos se perdió todo dato escrito sobre la época. 
    Aquí no pretendemos reproducir todos los datos hallados en la biografía de Kozura ya que su extensión seria excesiva e innecesaria, por lo cual solamente extraeremos los hechos mas importantes en ellos descritos,( eso si, respetando los textos originales.) 
 Respetaremos el orden cronológico que usa Kozura en toda su obra y que es el de el calendario Mashlanita de la época, que no dividía las fechas en semanas, meses o años sino, en eras que comenzaban con la ascensión de un nuevo emperador al trono de Shugawara, cada una de estas eras estaba dividida en cuatro periodos y en cada una de ellos, según cuenta la leyenda, el emperador estaba protegido por uno de los cuatro dioses. 
    De todas formas, los diarios de Kozura han sido tachados siempre de blasfemos, y de ser una invención de las gentes del continente ya que en varios de ellos se desmienten muchos hechos que se querían dar por zanjados, y que habían sido totalmente borrados de la historia de Mashlan por la gente que ostentaba el poder. 
    La primera anotación ,todo esto según los cálculos realizados, correspondería al año 647 del calendario Menetiano, cada una de los periodos duraba aproximadamente veinte años y cada periodo estaba dividida en ciclos de 5 días (En cada uno de estos se rendía culto cada uno de los cuatro dioses, siendo siempre los dos primeros días dedicados a la adoración del días protector de ese periodo y los otros tres restantes a los otros dioses) 
 

Era de Fen 
21º Emperador de Mashlan 
284º ciclo del periodo de Mei Xing 

    Llevo mucho tiempo diciéndome que debería empezar con esto, pero siempre creía que me quedaba mucho tiempo para empezar a hacerlo, hasta que hace poco mas de 11 ciclos tuve un encuentro con un joven samurai llamado Kunori, que me reto a un duelo para demostrar su dominio de la espada a los maestros que se habían negado a reconocerle como uno mas de ellos. Trate de convencerle de que cometía un error y que con ello solo conseguiría sufrir graves heridas que le marcarían durante el resto de su vida, o incluso morir solo por un arranque de orgullo infantil. Lamentablemente no conseguí disuadirlo en su empeño y quedamos citados en un descampado al día siguiente para el combate. 
    Llegue tarde al combate con la intención de que mientras esperaba pensara sobre lo que estaba a punto de hacer o en otro caso se cansara de esperar y se fuera. Pero desgraciadamente el seguía esperándome allí cuando llegue con tres horas de retraso. Una vez mas intente convencerle de que renunciara a la lucha, pero no me escucho. Así que desilusionado ante mi fracaso tome posición para el combate, y esa, fue mi primera sorpresa, pues su postura defensiva contrarrestaba perfectamente la mía, así que me prepare para un combate difícil. 
    Y el combate fue realmente peligroso, pues su espada, varias veces consiguió herirme y otras tantas estuvo a punto de acabar con mi vida, pero solo gracias a la habilidad adquirida durante muchas eras y miles de combates conseguí derrotarle. Pero esta victoria me entristeció, pues de ese muchacho podrían haber salido muchas buenas artes si hubiera seguido otro camino. Pero el combate también me hizo recordar otra cosa. Me hizo recordar que aunque los años no me hicieran mella, seguía siendo igual de vulnerable a las armas como cualquier otro. Y esto era algo que tenia casi olvidado, pues a lo largo de muchas eras pocos habían sido capaces de conseguir tocarme. Y esto me hizo ver que no podía vivir mi vida como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacer las cosas, sino que debía vivir cada día como si fuera el ultimo, pues realmente podía llegar a serlo. 
    Lo cual me lleva a escribir este diario. Llevo escuchando las mentiras que se cuentan acerca de esta isla durante demasiado tiempo, y  ya estoy cansado de callarme y de que la gente siga engañándose sobre su origen. 
 Así que aquí comenzare a escribir lo que yo recuerdo sobre la historia de Mashlan y espero que la memoria no me falle. 
    A continuación relatare los acontecimientos que sucedieron antes de mi nacimiento y que me fueron relatados por mi padre y mi abuelo. 

    Mucho antes de que los Suritani llegaran a nuestra isla, esta tierra estaba unida al continente, pero fue separada de el durante una guerra de proporciones inmensas. 
    Durante el tiempo que transcurrió entre estos hechos y la llegada de los Suritani hubo un gran caos en el que los reinos duraban tanto como la vida de los que los creaban y el honor era algo totalmente desconocido. En la que las montañas eran la morada de los enanos y nosotros, los humanos éramos mas salvajes que las bestias.
    En esta época nací yo. Nací una edad después de la separación del continente, y llegue a conocer el terror que despertaban los Ailanu en las gentes de la isla, que durante mucho tiempo estuvo sometida a sus constantes ataques. Al parecer la isla estaba repleta de grietas y portales que conducían a otros mundos que ellos también querían conquistar. 
    Pero el destino de Mashlan (y el mío) cambiaron súbitamente un día. Aquel día yo iba camino de Shinshakuro (la capital de la provincia de Igatoke, en la que servia como soldado y correo a las ordenes de lord Takune) cuando, a lo lejos vi caer algo del cielo, que dejaba tras de si una estela de fuego, y que cayó sobre el monte del cual no me encontraba muy lejos, causando un gran estruendo. Me pico la curiosidad y fui a ver que era lo que había caído, si es que quedaba algo tras el impacto. Unos minutos después, llegue al lugar del impacto, y cual fue mi sorpresa al encontrar sobre un cráter humeante a una mujer a la que supuse muerta pero totalmente incólume, vestida con una coraza de color rojizo de un material que no conseguí reconocer, y una espada en cada mano. Y mi sorpresa fue aun mayor cuando al acercarme a ella y quitarle el casco vi el rostro mas hermoso que he visto en toda mi (larga) vida, y descubrir también que no estaba muerta, sino solo inconsciente. Tras recuperarme de la sorpresa inicial, cogí a la mujer (que parecía flotar) y su equipo, y reanude mi camino. 
    Una vez en Shinshakuro deje a la mujer en mi alojamiento, y tras realizar mis tareas regrese a mi casa y la encontré despierta. 
    Estuvimos hablando durante horas y, tras contarle dónde estaba y los últimos hechos sucedidos, pues estaba muy desorientada, se quedo muy sorprendida ante las noticias sobre la sublevación de los Ailanu y como las razas mortales se habían olvidado de los Tayshari (un nombre que por aquel entonces me era totalmente desconocido). 
    Tras todo esto me contó que ella era Korian una de los Tayshari, que era una diosa que participaba en el conflicto que estaba desgarrando el planeta y que en el ultimo combate en el que participo con su hermana Lyzell, contra Baal, el señor de los Namakitas, ambas salieron despedidas del lugar donde se celebraba el combate cuando Baal al verse cerca de la derrota absorbió la esencia de sus aliados y de un golpe capaz de destruir un mundo las mando al plano mortal. 
    Una vez relatadas nuestras historias, Korian me dijo que se sentía en parte responsable por la destrucción causada por los Ailanu, y que se quedaría para ayudarnos a expulsarlos de la isla. 
    Y así comenzó la batalla por la expulsión de los Ailanu, a la que se unieron también los enanos, enseñándonos la forja de armas y armaduras maestras y los secretos de las armas de fuego. Mientras, Korian nos enseñaba nuevas técnicas de lucha cuerpo a cuerpo y combate con espadas.,. También nos enseño a utilizar las herramientas que utilizábamos en la labranza como armas en el combate. Nos enseñó también a concentrar nuestras energías para realizar acciones que de normal serian imposibles de realizar para un mortal. y finalmente nos enseño el sentido de ser un guerrero en cuerpo y alma, y el honor que ello conllevaban Nos enseñó, que el objetivo de un autentico guerrero no era el de estar constantemente en guerra, sino el de preservar la paz. 
    Pero a pesar de todos nuestros avances la guerra fue larga y varias generaciones murieron para que sus descendientes ganaran la libertad. Y durante mas de 2 eras estuvimos luchando  y hubo niños que en toda su vida no conocieron otra situación que no fuera la guerra hasta que dejaron de llegar Ailanu del continente, pues debieron pensar que las recompensas que les esperaban no merecían el precio que estaban pagando. Y tras tanto tiempo en guerra, conocimos de nuevo la paz. 
    Durante este tiempo, también se crearon templos para la adoración de Korian, que estaban liberados por una secta de mujeres guerreras que se autoproclamaban “las Korian”. 
    También nos enamoramos y juntos tuvimos un hijo al que llamamos Kizaimon. Un hijo que nació, se crió y maduró en un ambiente totalmente hostil y, hastiado de la destrucción que veía a diario se cegó, pues el sufría cuando veía el sufrimiento de los demás. 
    Y finalmente me dio el don (que mas de una vez he considerado una maldición ) de la inmortalidad. 
    Pero sus poderes menguaban mucho cuanto mas tiempo estaba en el plano mortal. Y una vez expulsados los Ailanu Korian sintió la llamada de auxilio de los Tayshari, y se vio obligada a volver a su antiguo hogar. Pues aunque había llegado a aceptar la posibilidad de abandonar la divinidad y quedarse conmigo, su familia estaba siendo destruida y sentía la obligación de volver con ellos. 

    Tras todo esta hubo una época de gran tranquilidad y prosperidad. La mayoría de los enanos abandonaron su morada en las montañas, y salieron a la superficie, donde construyeron grandes y hermosas ciudades como no habíamos conocido nunca. Y yo que -debo admitirlo- siempre los había considerado una raza esquiva y arisca, descubrí un pueblo antiguo, y alegre, distinto pero que tenia muchas cosas que enseñarnos, en todos los sentidos. 
    Pero, la codicia y la ambición, que anidan en el alma humana es infinita y, tras aprender de los enanos sus artes, la gente que buscaba la riqueza fácil se dedicó a saquear sus ciudades subterráneas y robaban a los que viajaban confiados. Y ellos viendo nuestra verdadera cara volvieron a sus antiguas ciudades cerrando el acceso a la gente de la superficie. Y así volvimos a perder una oportunidad mas de aprender mas cosas sobre esta noble gente, que un tiempo después seria exterminada a de la isla por los delirios de un loco que se autoproclamaba visionario. 

    Tras esto, hubo un periodo de guerras por asumir el control de l a isla en la que yo, era un serio candidato a la victoria, por aquellos tiempos todavía creía que un hombre podía llevar a sus congéneres hacia un futuro mas prospero y, fue entonces cuando cometí el que yo creo el mayor de mis errores, pues lo que no vi era que me estaba convirtiendo en uno mas de los aspirantes a tirano que había por aquellos tiempos pues usaba sus mismos métodos sin ningún tipo de escrúpulo. Pero lo mas triste de aquello fue que por mi estupidez perdí, no solo la confianza de mis hombres que esperaban de mi algo mejor sino que perdí también a mi hijo que se aparto de mi lado cundo vio en lo que me había convertido. 
    Poco tiempo después de que esto ocurriera fue cuando se empezó a oír el nombre de Betsuteki Sekai Densichi. Se decía de el que había sido enviado por Shirenu (El Sol) para guiarnos hacia una nueva era de prosperidad. En un principio no creí las historias que se contaban sobre el, pero me pudo la curiosidad y decidí comprobar si las historias eran ciertas, así que mande un mensajero solicitando un encuentro entre los dos. Poco tiempo después nos encontramos y nada mas verle descubrí algo que me hizo pensar, su sola presencia inspiraba tranquilidad y con tan solo una mirada suya me sentí como no lo había hecho en mucho tiempo, solo entonces comprendí que por mucho que me esforzara y a pesar de mi don de la inmortalidad seguía siendo un simple mortal y había muchas cosas que escapaban a mi conocimiento y que nunca seria capaz de asimilar, y sin cruzar ni una sola palabra comprendí que debía ayudar a ese hombre a guiar a nuestra gente. Y, nos costo mucho alcanzar la meta deseada y mas de una vez estuvimos a punto de desistir en el intento pero la memoria de los hombres que habían caído a nuestro lado nos impulso a seguir y, finalmente conseguimos la unificación y fue el comienzo de un gran era para los Mashlanitas. 

Era de Densichi 
(Año -2743del calendario Menetiano) 
1ER Emperador de Mashlan 

    Esta fue probablemente la mejor época de mi vida, se respiraba paz por toda la isla. Incluso los enanos volvieron a abandonar sus moradas subterráneas para mezclarse con los humanos y para el emperador construyeron el palacio imperial de Shugawara que abarcaba un islote de mas de dos kilómetros. Las diferencias se solucionaban hablando, pacíficamente y no con la violencia de las armas. Es cierto que siempre salía alguien dispuesto a hacer cualquier cosa por obtener el poder pero eran pocos y ninguno llego a prosperar. 
    También se creo el calendario imperial en el que agradecíamos a los Suritani la llegada de Densichi y se les hicieron templos para ello, ni siquiera las Korian pusieron ninguna queja a esto pues veían el bien que ellos habían hecho y no les disgustaba que fueran adorados. 
    Y finalmente Densichi se caso con Sunotage Mitsuru, una de las receptoras de la herencia inmortal de Korian, lo cual acerco mas todavía a los dos cultos. Y no tardaron mucho en concebir un hijo, Yamakuge, la criatura mas depravada que hubiera pisado nunca Mashlan. 
    Poco antes de alcanzar un periodo de vida acabo con la vida de su padre ya que sentía celos del amor que sentía su madre por el. Pero era también muy inteligente y camuflo esta muerte diciendo que había recibido la llamada de los Suritani y que tuvo que partir inmediatamente a reunirse con ellos. Tras esto comenzó una era que cambio a los habitantes de Mashlan convirtiéndolos en las criaturas desconfiadas y cerradas que son hoy. 

Era de Yamakuge 
(Año -2654 del calendario Mnetiano) 
2º Emperador de Mashlan 

    Tras acabar con su padre, Yamakuge, ascendió al trono de Shugawara y lo primero que hizo fue añadir un día mas a los ciclos en el que se le debía adorar a el. Después de esto muchos sacerdotes levantaron la voz en grito quejándose por este ataque de soberbia del emperador, pero sus voces pronto fueron acalladas. Para aquel entonces yo ya había abandonado su lado, pues no quería ser participe de la manera en la que estaba destruyendo el sueño de su padre. 
    Tras ver que su simple herencia no le daba el poder para hacer lo que le viniera en gana sin miedo a represalias, los siguiente que hizo fue restringir el uso del Dai-Sho a aquellos que no demostraran lealtad suficiente a su persona. A los que le eran fieles les entrego tierras para que hicieran con ellas lo que les apeteciera, siempre a condición de que gran parte de sus ingresos acabaran finalmente en sus arcas. 
    Lo que finalmente me convenció de su locura fue la petición a su madre en matrimonio en un acto oficial en palacio en presencia de todos los Daimios. Tras la sorpresa inicial de Mitsuru su respuesta fue negativa. Dos días mas tarde desapareció misteriosamente, y, tras esto el culto a Korian quedo prohibido y comenzaron las guerras por la purificación, en la que se declaraba ilegal y maligno cualquier persona que no perteneciera a los Izami (Curiosamente esto sucedió también poco después de que el señor de los Shizune, Yokomichi Watamaro, y el maestro guerrero de los enanos, Ithain no aceptaran su soberanía). También limito las libertades a las mujeres limitándolas solo a los trabajos hogareños. 
    Nuevamente estallo la guerra, pero esta vez no por ninguna noble razón, sino por los delirios de un loco que mataba a las mujeres con las que se relacionaba por miedo a que algún hijo suyo le hiciera lo mismo que el hizo a sus padres. Y los Daimios se unieron a el en su loco propósito no se si por fe ciega en sus palabras, o por miedo a que les quitara lo que tan alegremente les había otorgado. Esta reacción me defraudo, pues la gente que había combatido a mi lado contra los Ailanu nunca habrían consentido una atrocidad semejante y, tras esto me vino a la memoria algo a lo que no había dado ninguna importancia hasta entonces, la gente que lucho a mi lado murió hacia ya mucho tiempo sus hijos, sus nietos y los hijos de los hijos de estos también habían muerto, había pasado mucho tiempo desde aquello y no me había dado cuenta de ello Yamakuge ostentaba el poder desde hacia mas de 10 eras y para mi este periodo de tiempo apenas había representado un periodo. Había abandonado todo sentimiento que me uniera a los que en un tiempo había llamado mi pueblo y, esto me horrorizo, había olvidado todo lo que me había enseñado Korian. 
    Tras estos descubrimientos hice firme propósito de enmendar todos los errores que había cometido en el tiempo que había permanecido inactivo. Pero cual fue mi sorpresa al descubrir que hacia ya tiempo que se me daba por muerto, se contaban montones de leyendas sobre mi defunción y cada una decía que había caído de una manera distinta, pero la mas extendida era la que decía que había caído peleando contra Yamakuge. Aprovechándome de estas historias difundí el rumor de que mi vuelta era debida al deseo de los Suritani para apartar a Yamakuge del trono de Shugawara. En un principio esta pequeña treta dio sus resultados y varios de los Daimios se unieron a mi y los demás perseguidos y durante bastante tiempo nos opusimos abiertamente a los deseos del emperador. Pero nuestra caída estaba cercana, aunque conseguimos pequeñas victorias, no se las podía considerar tales pues caían mas hombres de nuestro bando que del suyo y, la gente acabo desmoralizándose y rindiéndose al ejercito imperial. Finalmente, las Korian y los Shizune se vieron obligados a abandonar la isla y no he vuelto a saber mas de ellos desde entonces, excepto en ocasiones en las que he viajado a Natsugy donde todavía quedan algunos Shizune, de los enanos nada mas supe pues después de que se declarara la rendición oficialmente desaparecieron como por arte de magia. 
    Tras todo esto Yamakuge pareció calmado, pues ya se habían cumplido los que parecían sus principales objetivos y, se dedico a sus labores cortesanas dejando a los Daimios que hicieran lo que les viniera en gana con sus dominios. Comenzó entonces una época (que parece continuar en la actualidad) de intrigas políticas y traiciones en la que los poderosos comenzaron a pelearse entre ellos por simple y pura codicia sin importarles la cantidad de sus hombres que caían en el intento. 
    Esta época se extendió varias eras hasta que empezaron a oír rumores sobre la invasión de unas criaturas que no pertenecían a este mundo y que arrasaban todo a su paso. Esto obligo a los Daimios a unir fuerzas en un intento de repeler a esta horda, pero esto no era fácil pues los Onis eran capaces de poseer a los humanos y eso provoco una gran desconfianza entre los posibles aliados. La guerra fue larga y costosa y miles de buenos hombres cayeron en el campo de batalla, mientras el poderoso Yamakuge descansaba plácidamente en palacio. Pero incluso el se vio forzado a movilizarse cuando Katshurege Yamada (el capitán de su guardia personal) viendo lo que estaba ocurriendo abandono su puesto y junto con los hombres que le eran leales a el (que eran muchos) se unió a los que luchábamos contra los invasores. Y el al que como a todos sus antecesores había considerado un estúpido por aceptar a ciegas las ordenes de Yamakuge, demostró ser un gran hombre al que considero un honor decir que fue mi amigo y mi compañero en el campo de batalla. Por aquel entonces contaba con algo mas de un periodo de vida pero ya por aquel entonces era un gran guerrero y, a mi lado combatió contra el enemigo sin desfallecer durante mas del doble de ese tiempo y me entristeció verlo envejecer y marchitarse día a día sin poder hacer nada por impedirlo mientras a mi el paso del tiempo no me afectaba. 
    Pero Yamada fue un hombre valiente y no quería morir viendo a su gente subyugada por los demonios y, así se forjo la leyenda de los dos millones de héroes, cuando Yamada lanzo un desafió a Shartagaassh, señor de los demonios y este acudió a el, comenzando entonces una lucha que duro días y en la que ninguno de los dos daba cuartel, Hasta que Shartagaassh miro a los ojos de Yamada y viendo la furia que había en ellos huyo aterrorizado pues vio que nunca podría con él y así Shartagaassh huyo a su mundo y Yamada le siguió con sus hombres hasta el mismo corazón del mundo de los demonios y aunque eran poco mas de doscientos se cuenta que cada uno de ellos lucho como un millar y miles de demonios cayeron bajo sus espadas y, allí se dice que todos murieron, pero también se dice que el deseo de Yamada y  sus hombres de proteger a su pueblo era tan fuerte, que ni siquiera Kin Chu, el 
señor de los infiernos fue capaz de retener sus espíritus en su reino y que estos volvieron para proteger a los suyos. 

    Tras lo ocurrido se estableció un tregua general entre los Daimios, en la que cada uno se dedico a curar las heridas causadas por la guerra a sus hombres y sus tierras. También comenzaron a aparecer templetes dedicados a Yamada y sus hombres y se les llamaba los 2 millones de héroes y, cada vez que el sol se sitúa entre los dos picos del monte Ubata se producían peregrinaciones hacia allí pues se decía que por un breve periodo de tiempo los héroes aparecían allí, donde habían muerto hace tanto tiempo en el lugar donde se libro su ultima batalla. 
    Tras la tregua, que duro menos de lo acordado, un nombre sobresalió rápidamente sobre los demás, Yusunaga Shinkuro. En un principio Shinkuro ni siquiera poseía el titulo de Daimio, pero lo que si poseía era una gran inteligencia y unas dotes envidiables como estratega y líder. Dado que era un Jizamurai con unas tierras no demasiado productivas, durante la tregua se dedico a entrenar a sus campesinos, convirtiéndolos en tropas mas que eficaces consiguiendo con esto una considerable capacidad militar. 
    Recuerdo que pase por su feudo en aquella época, y hable con él. La actitud que había tomado me pareció extraña, para alguien que no disponía de unas tierras que nadie pudiera ambicionar, y no tenia la suficiente cantidad de soldados como para intentar ambicionar los feudos vecinos, que eran mas poderosos que el suyo. A esto, Shinkuro me respondió “La vida de los hombres es corta, cada hombre alcanza el lugar que le corresponde en la historia, de acuerdo con su personalidad, y sus actos. Los actos y nombres de los hombres simples no son recordados, y se pierden para siempre. Los nombres de los hombres sabios son recordados, pero sus palabras nos son entendidas, así que el tiempo acaba borrándolos. Pero los actos de los hombres audaces y de fuerte personalidad son reconocidos, y sus nombres son recordados como los de la gente que hace que el mundo cambie. Yo me considero un hombre audaz, y por ello te aseguro que mi nombre será recordado con respeto, y mis acciones serán imitadas por las generaciones futuras”. 
    Entonces no comprendí sus palabras, pero el tiempo pasó, y entonces comenzaron a tener sentido. 
    Tras la tregua, volvieron a comenzar las hostilidades entre los Daimios. Koga, atacó a Shimizu, reclamando una antigua deuda, y este ultimo se vio desbordado por lo repentino y certero de los ataques. 
    Viendo la ocasión, Shinkuro, envió un mensajero a Shimizu, ofreciéndole un tratado de alianza, a cambio de que este le aceptara como hijo adoptivo, y primogénito. 
Shimizu ante lo desesperado de la situación aceptó el tratado, y juntos contraatacaron contra Koga desde distintos frentes. A pesar de lo mermadas de las fuerzas de Shimizu, la calidad de las tropas de Shinkuro se hizo notar, y en pocos ciclos la cabeza de Koga colgaba de la mano de Shinkuro. En poco tiempo, pasó de ser un hombre insignificante, a ser el heredero de tres feudos. Con esa pequeña acción, se había ganado el respeto y la admiración de los mas débiles. 
Siguiendo con su plan, Shinkuro envió mensajeros a los feudos vecinos mas desfavorecidos ofreciéndoles una alianza, que estos no tardaron en aceptar. 
Sumando a todos sus aliados, Shinkuro poseía el ejercito mas poderoso de todo Mashlan. Tras esto, comenzó a entrenar a sus nuevas tropas, y esperar. Lo cual llevó a que sus nuevos aliados proclamaran airadas quejas. Shinkuro les había prometido la conquista y redistribución de las tierras de Mashlan, y sus acciones no parecían indicar ese objetivo. 
    Así, durante 100 ciclos, entrenó a los soldados de sus aliados, hasta que estos comprendieron sus tácticas, y prometió a sus señores su pronta actuación. 
    Transcurrido este tiempo, llamó a Nisei Shimizu, el hijo del difunto Daimio, y se encero en una habitación con el durante cinco ciclos más. Esta acción sorprendió a todos sus aliados, pues el odio que profesaba el joven Shimizu hacia Shinkuro, era un hecho públicamente conocido, pues Shinkuro ostentaba el puesto que por herencia pertenecía a Nisei. Pero la sorpresa fue aun mayor cuando, al salir de la habitación, Nisei se declaro ante todos los generales de Shinkuro como uno mas de los siervos de este. 
    Finalmente, tras la larga espera, Shinkuro se reunió con sus aliados, y les explico su estrategia. Nobuda, Shima, Kamimura, Tadanobu, Shinhudo, Ryuko, Kozagi, Fukudo, Kimon , Yukari y Kuabara tardaron poco en caer, Shinkuro se adelantaba a todas sus maniobras defensivas antes de que estos ni siquiera los concibieran, y siempre a su lado Nisei Shimizu, sin cuestionar ninguna de sus ordenes, por muy descabelladas que estas parecieran. 
    La facilidad con las que sus enemigos caían, y la ciega fidelidad de su antaño jurado enemigo, hizo que surgieran rumores sobre la posesión por parte de Shinkuro de poderes mágicos, que en menos de un periodo había pasado de no ser nadie, a ser el señor de la guerra, el gran general de Mashlan, el “Shogun”. 
    Ante el cariz que tomaba la situación, Yamakuge, sabedor de lo débil de su posición, ofreció a Shinkuro ser su mano derecha. En su mensaje, Yamakuge decía: 
“ Así como yo soy del linaje de los dioses, tu lo eres del de los humanos. Mis deseos son divinos, y los tuyos humanos. Y son tus deseos los que los humanos comprenden, mientras que los míos están condenados a no serlo. Con este pensamiento en mi mente, yo te nombro a ti gobernante del destino mundano de los hombres de Mashlan, mientras, yo seguiré siendo su guía espiritual”. 
Con estas palabras, Yamakuge daba a Shinkuro el control político y militar sobre Mashlan, pero asegurándose a la vez su superioridad sobre él, pues el deseo de los dioses siempre es mas importante que el de los humanos. 

    Tras la obtención de este titulo, Shinkuro comenzó su proyecto mas ambicioso, la reorganización de los feudos de Mashlan. Para ello, y tras estudiar largamente los mapas de la isla que había en palacio devolvió los feudos conquistados a aquellos que los habían perdido, y tras hacer esto, dividió Mashlan en las 58 provincias que conocemos en la actualidad, y creó para sus aliados cargos en la corte imperial, otorgándoles el control económico sobre ellas. 
    Con esto, Shinkuro evito lo que muy posiblemente hubiera llevado a una revuelta de los Daimios, y cumplió la promesa que había hecho a sus aliados antes de la guerra, pero evitando mas derramamiento de sangre. 
Concluido este paso, Shinkuro comenzó la construcción de una carretera que uniera todas las provincias, y de puestos de aduana en las fronteras de cada una de ellas. Y, asimismo emplazó en las ciudades mas grandes de cada provincia regimientos de soldados de la guardia imperial para que vigilaran, y avisaran de posibles revueltas. Este acto fue tomado con desagrado por casi todos los Daimios, que exigieron explicaciones ante el emperador, pues decían que esta acción limitaba los derechos que el mismo había dado a sus antepasados. Pero para sorpresa de todos, Yamakuge dio la razón a Shinkuro. Con lo cual las voces fueron rápidamente silenciadas. Tras estos incidentes hubo varios intentos de revuelta, y de asesinato contra Shinkuro, que fueron fácilmente desbaratados gracias a su amplia red de informadores. 
    Pero como tenia que suceder, Shinkuro murió tras una larga y exitosa vida. Y como él mismo me dijo mucho tiempo antes, su nombre será recordado por siempre. 

    Tras su muerte muchos quisieron alzarse como sus sucesores, pero sobre todos los nombres que aspiraban al puesto, el que con mas fuerza se oía era el de Nisei Shimizu, que había sido la mano derecha de Shinkuro durante mucho tiempo, y era quien mejor le había conocido. Pero contra lo que todo el mundo se esperaba, Nisei renuncio a proclamarse Shogun. 
    Yo nunca podré igualar a mi maestro, y no me encuentro a mi mismo digno de que nadie me sirva- dijo en su espedida -. Pero tampoco encuentro entre los presentes a nadie que merezca mis servicios, pues nadie iguala ni como líder, ni como persona a mi señor Shinkuro. 
    Y sin decir nada mas Nisei abandonó el palacio imperial de Shugawara, y se fue sin rumbo fijo, buscando alguien merecedor de sus servicios. 
    Durante sus viajes los conocí, y hablamos largo y tendido sobre Shinkuro, a quien ambos habíamos admirado. Y durante esta conversación le pregunte, que había hecho Shinkuro para hacerse merecedor de una lealtad como la suya, ya que le había quitado el puesto que le pertenecía a él. Que había sucedido durante los cinco ciclos que habían estado juntos en la habitación. 
    Si quieres que te sea sincero- me respondió- cuando me hizo llamar y nos disponíamos a entrar en la habitación, mi intención era acabar con su vida, yo era mucho mas joven que él, y pese a que él era un gran estratega, dudaba mucho que pudiera superarme como espadachín. Pero al entrar en la habitación, lo que en ella vi, hizo que sintiera curiosidad, y retrasara mis mas inmediatas intenciones. La habitación era inmensamente grande y circular. Por toda la habitación estaban repartidas maquetas de increíble precisión de los feudos vecinos, y sobre estos se encontraban figuras que representaban la localización y cantidad de sus tropas. 
    Tras enseñármelo con todo detalle, me dijo. 

    - Supongo que ya sabrás lo que representa lo que estas viendo, así que te haré directamente mi propuesta. Como sabrás, pronto empezare una campaña militar contra nuestros vecinos. Pues bien durante todo este tiempo de espera, mis espías han estado reuniendo información sobre la cantidad, la calidad, y el emplazamiento de las tropas de los feudos que nos rodean, y gracias a esa información he logrado crear estas maquetas, que espero sean lo mas exactas posible a las que atacare en breve. En un principio mi intención era pedirle a Ketsu, uno de mis mejores generales, que simuláramos sobre este terreno la batalla que tendrá lugar en la realidad. Pero he ido observando que mis hombres me respetan demasiado como para derrotarme ni siquiera en esta simulación. Así que recurro a ti, que se que no me temes ni respetas, para que seas mi adversario en esta batalla ficticia. Ya se que podrías perder a propósito para que eso me llevara al fracaso en la batalla, es por ello que te hago esta propuesta, si tu me derrotas en cualquiera de las batallas que vamos a realizar, no solo te entregare el feudo de tu padre, sino que junto con el tendrás el mando de mis ejércitos, pues en ese caso me demostraras ser mejor general que yo. 
    Con estas palabras, Shinkuro consiguió que abandonara momentáneamente mis planes, no creía en su palabra, pero el hecho de derrotarle en su propio terreno hizo que la sangre hirviera en mis venas como no lo había hecho en mucho tiempo. Así durante cinco ciclos fuimos pasando de maqueta en maqueta, simulando los ataques contra los distintos feudos que pensaba atacar, calculando cuanto tiempo tardarían en recibir refuerzos, y por donde podrían recibirlos, y cada día que pasaba con él se me hacia mas difícil odiarle, cada batalla que perdía contra él hacía que aprendiera una nueva lección, pues lejos de regodearse de sus victorias, me explicaba en que me había equivocado, lo cual hacia que yo estuviera mejor preparado para la siguiente, como si el deseara perder contra mi. 
    Cuando finalizamos todas las batallas, yo no había triunfado en ninguna, pero lejos de sentirme derrotado, me sentía ansioso por aprender mas de ese gran hombre que se había ganado todo mi respeto y admiración, así que le pedí que me permitiera seguirle como uno mas de sus hombre, pues sabia que todavía me quedaba mucho por aprender de él. 
    Y esa es la historia del comienzo de nuestra relación, durante todo el tiempo que pasé con él, continué aprendiendo de su sabiduría, no solo en el aspecto militar, sino en todas las facetas de la vida. Me enseñó como juzgar a la gente, y a admirar la belleza de las cosas. Fue un hombre que practicó todas las artes, pero estas porciones de su sabiduría nunca fueron conocidas por la gente, pues él era el que mas duramente criticaba su trabajo, ya que además de guerrero, también fue poeta y pintor. 
    Si hay algo que lamente tanto como su muerte, es el que haya muerto sin enseñarme todo lo que él sabía. Pero para traspasar todo su conocimiento, habrían hecho falta muchas vidas. 

    Tras la muerte de Shinkuro,  las luchas de poder entre sus antiguos aliados por alcanzar el puesto de Shogun, y en poco tiempo casi todos los logros que había conseguido Shinkuro fueron deshechos. En la corte imperial, los funcionarios tramaban constantemente planes para hacerse con el control de las provincias vecinas, y yo podía escuchar desde cualquier lugar que me encontrara la risa de Yamakuge, para quien Shinkuro solo había sido una pequeña piedra en su camino. Pues Shinkuro fue mortal, y como todas las cosas mortales sabia que acabaría extinguiéndose, mientras que él siempre permanecería. 
 Pero afortunadamente, Yamakuge no sobrevivió mucho tiempo a la muerte de Shinkuro. Tras perder un brazo en una partida de caza, a manos de un oso, Yamakuge declaro a los animales como enemigos de los hombres, y por lo tanto prohibió que nadie se alimentase de su carne, pues con ello serian infectados de su inferioridad, y se enfrasco en la búsqueda de alguien que pudiera devolverle el miembro perdido. Poco después, Yamakuge abandono la corte, pues ninguno de sus sirvientes era capaz de reemplazárselo, y la recompensa que ofreció al hombre que fuera capaz de hacerlo solo atrajo a buscavidas en busca de dinero fácil. 
    Así se dice que tras mucho buscar, Yamakuge encontró a Xantay, uno de los Sekai, y ordenó a este que le cediera a Kirumaru, su montura, pues esa era una montura digna del emperador, y con ella recorrería la isla mas rápidamente para encontrar la cura para su brazo. Pero Xantay se negó a entregarle su montura, pues la unión entre los Sekai, y las grandes serpientes no puede ser rota. 
    Enfurecido por esta negativa, Yamakuge atacó a Xantay, pero no fue rival para este, pereciendo rápidamente. 

    Tras la muerte de Yamakuge, la situación política de la isla empeoró todavía mas. El poder estaba disputado entre los funcionarios imperiales y el Shogun. Pero el poder de Hiroyuki Kentaro no era mas que una sobra del que había poseído Shinkuro, y era una marioneta de los funcionarios, que se preocupaban mas de intrigar unos contra otros, que de las necesidades del pueblo. Y el pueblo temía que los dioses hubieran abandonado su protección sobre la isla debido a la muerte de su enviado. 
    Así, durante mas de dos periodos, la situación fue completamente caótica. Pero esto finalizo con la llegada al poder de Takeuchi Datsura. 
    Takeuchi era una funcionario imperial, dedicado al cobro de impuestos en la provincia de Datsura. Había alcanzado este rango al casarse con una de las hijas del jefe del clan, hecho tras el cual cambió su apellido. 
    Takeuchi se convirtio en Shogun tras la muerte de Kentaro. Todo el mundo en la corte le consideraba un hombre apocado, y fácilmente manipulable, por lo que fue considerado por todos como el Shogun marioneta perfecto. 
    Pero tras su elección, Takeuchi destituyó de su puesto a todos aquellos que le habían apoyado en su meteórico ascenso, y a aquellos que se habían opuesto a él, los ascendió como sus secretarios y asesores personales. 
    Gracias a esta jugada, se aseguró la lealtad hacia él de todos los nuevos funcionarios, y el respeto de aquellos que le habían subestimado e infravalorado. 
    Durante su mandato, propició grandes cambios en la economía del país, potenciando la agricultura por encima de cualquier otra cosa. Con mano firme, acabó con casi todos los conflictos que habían en curso, y volvió a instaurarlas leyes que creara para ello Shinkuro. 
    Finalmente, a sus logros se unió el azar, cuando los sacerdotes de la corte imperial auguraron que el hijo que esperaba sería el enviado de los dioses para ser coronado como emperador. 
    Tras el nacimiento del niño, la capital de la nación se trasladó a Anno, el feudo mas grande de la provincia de Darsura, que desde el anuncio del destino del niño comenzó a acondicionarse para esa condición. 
    Así comenzó una nueva edad dorada en Mashlan que, como todo lo bueno que ha pasado en esta isla, los hombres poco tardamos en finalizar.


 

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