El Origen del Mundo:
Tayshar, el mundo de los dioses, el viejo universo,
era ya muy viejo, así que pidió a Tarakus, el mayor de sus
hijos, que acabara con su existencia, y con ello diera vida a un nuevo
universo. Así pues Tarakus cogió a Tork-Avnash, la espada
de su padre, y blandiéndola en sus manos asestó el golpe
fatal a Tayshar, que con su ultimo aliento le dio las gracias. Y del cadáver
del antiguo mundo nació un nuevo universo.
Y sobre el cadáver de Tayshar aparecieron
las razas mortales
Y de sus ojos nacieron Idiam, el sol, y Sutela,
la luna.
Y de las lagrimas de los dioses nacieron los
mares.
Y los dioses descendieron al cadáver de
su padre, para vivir con las razas mortales. Dejando a Lyzell, la esposa
de Tayshar, en soledad.
Así, durante muchas generaciones, los
dioses y los mortales vivieron en armonía en la isla de Balein.
Y Tarakus y Raika reinaban justamente sobre todos los seres.
Pero Ergh, el mas poderoso de los Ailanu, envidiaba
el poder de los dioses, y convenció a Leturiel, el mas poderoso
de los Elfos para robar a Tork-Avnash de su legitimo dueño, y obligar
con ella a sus hermanos a reverenciarlos como sus amos.
Así que ambos abandonaron la isla de Balein
en busca del Osaik, el licor místico con el que podrían dormir
a los dioses para poder robar a Tork-Avnash. Y tras mucho viajar finalmente
encontraron el Osaik, que estaba custodiado por Malander, que tras derrotarlos
con facilidad se mofó de ellos.
Tras su derrota, ambos abandonaron sus intentos
de derrocar a los dioses, pero cuando regresaban a la isla que era su hogar,
encontraron a Tayal, el maldito, que se unió a ellos en sus ambiciones,
y que urdió un traicionero plan para acabar con Malander, y robar
el Osaik.
Así pues, mientras los dos mortales se
enfrentaban a Malander, Tayal se acerco a el por la espalda y, de un golpe
acabo con el mas poderoso de los guerreros.
Así, Ergh, y Leturiel regresaron a su
hogar. Y Tarakus se alegro de ello, y organizó grandes festejos
para celebrar su vuelta. Festejos que se alargaron durante varios días,
y festejos que aprovecharon los traidores para verter el Osaik en las bebidas
de sus padres. Y, cuando todos dormían aprovecharon para robar a
Tork-Avnash. Pero antes de poder apropiarse de ella, Tayal les detuvo,
diciéndoles que solo un dios podía portar a Tork-Avnash,
y estos le creyeron. Así que Tayal cogió la espada, y con
ella decapito a Tarakus, que yacía dormido a sus pies, y tras acabar
con aquel al que odiaba y temía se sentó en el trono divino.
Mientras tanto desde los cielos Lyzell observaba
todo sin poder hacer nada para detener a su hijo, pues mientras este estuviera
en el trono divino nada escapaba a su mirada. Pero ideo un plan para derrocar
a Tayal. Así, que hablo con Lerian, la mas bella de las diosas,
y le dijo que sedujera a Tayal, y que le alejara del trono divino. Así,
mientras Tayal estaba lejos del trono, Lyzell fue a la tierra de los muertos,
y allí pidió a Tayshar, el que antiguamente fue
su marido, que dejara volver a Tarakus y, a Malander, pues ellos eran los
únicos que podían derrotar a Tayal.
Y, así Lyzell regresó con los dos
dioses deseosos de enfrentarse a Tayal y, a ellos se unió Korian,
la hija de Tarakus, que había hablado con Shayka, la hija de Sutela,
para que esta hiciera oscurecer el mundo para atacar a Tayal por sorpresa.
Tarakus avanzo primero, pues el odio que ardía en su corazón
le exigía enfrentarse rápidamente a su rival, pero aunque
ese odio era inmenso no le pareció digno de el, el hijo de Tayshar,
atacar traicioneramente a su enemigo. Así que Tarakus deshizo el
hechizo de Shayka, y la luz iluminó a Tayal. Ambos se miraron por
instantes eternos, y fue Tayal el primero en actuar, pero para sorpresa
de sus rivales, se dirigió hacia Lyzell, pues sabia que era ella
quien le había traicionado. Pero, el golpe destinado para la madre
de los dioses, fue recibido por Malander que se interpuso en el camino
de Tork-Avnash, la cual le abrió por la mitad el cráneo.
Tras recuperarse de la sorpresa, Tarakus, y Korian atacaron a Tayal, que
fácilmente repelió sus ataques, a la vez que se reía
de ellos.
Pero el golpe dado a Malander no había
sido mortal, y este se levanto invadido por la furia, y atacó a
Tayal con sus manos desnudas Tan devastador fue su ataque que Tayal soltó
a Tork-Avnash, y calló al suelo, donde Malander continuó
golpeándole hasta que no quedo nada de su cuerpo. Tras acabar con
Tayal, Malander se volvió hacia su hermano todavía con la
furia en sus ojos, y lo atacó con igual brutalidad que al caído
Tayal. Tarakus solo se defendía, pues sabía que Malander
no actuaba así por deseo suyo sino a causa de la herida que le había
causado Tayal, pero a pesar de esa herida, Malander seguía siendo
el mas poderoso de los guerreros, y no tardaría mucho en acabar
con su hermano.
Cuando todo aprecia perdido apareció Lyzell,
y su sola presencia hizo que Malander se calmara, y dejara de atacar a
su hermano, y tras caer de rodillas al suelo, se echó las manos
a la cara gritó, tan desgarrador fue su grito, que se escucho por
todo el planeta, e hizo el horror se apoderara del corazón de los
mortales y los dioses, e hizo que el mundo se partiera en dos.
Tras la muerte de Tayal, los dioses tuvieron
que abandonar el mundo de los mortales, pues la esencia de su enemigo lo
empapaba todo, y ello les hacia debilitarse, así que tras exiliar
a los Ailanu por la traición de Ergh, crearon Pannacer, la ciudad
de las nubes, y se fueron a vivir allí. Solo Korian se quedo en
el mundo de los mortales, e hizo construir templos para que estos se pudieran
comunicar con los Tayshari.
Pero la paz duro poco. Pues Lerian había
yacido con Tayal, y llevaba la semilla de este en su interior. Y ya desde
antes de nacer el hijo de Tayal odiaba a los que habían matado a
su padre. Al nacer los llamaron Baal, y hubo festejos en todo el reino
divino, pues nadie salvo Malander sospechaba sobre su origen, y nadie creía
a este. Al acabar los festejos, Baal mostró su verdadero rostro,
y empaló a los Tayshari entre las costillas de Tayshar.
Korian sintió de nuevo la presencia de
Tayal, y viajó a Pannacer para advertir a sus hermanos de su posible
regreso. Pero cuando llego allí lo encontró vacío,
y volvió a sentir la presencia cercana de Tayal. Gracias a ello
pudo detener el primer ataque que le lanzo Baal. Tras esto dio comienzo
una batalla que hizo temblar los cimientos del universo, y provoco que
la costilla en la que estaba empalada Raika se rompiera, liberando a esta,
que comenzó a liberara a sus hermanos.
Mientras tanto, la batalla entre Baal y Korian
continuaba en Pannacer. Korian sabia que no podía ganar, pero no
estaba dispuesta a dejar a Baal libre, así que con un certero golpe
desarmo a Baal, y Tork-Avnash calló al suelo, tras esto, empalo
a Baal con sus dos espadas, y se arrojo con el al vacío del universo
de los dioses, por donde caerían eternamente unidos.
Los Tayshari regresaron a Pannacer, y la encontraron
destruida. Ningún rastro quedaba de la bella ciudad que habían
dejado, la recorrieron viendo la destrucción que había causado
Baal, y en el corazón de la ciudad Tarakus encontró a Tork-Avnash,
manchada con la sangre de Korian.
Extraído de “Tayshari, crónica de los
dioses”
Por: Lexius Meslate
Organización de la Iglesia Tayshari:
Dentro de la iglesia Tayshari hay 6 ordenes, algunas
de ellas son comunes para todos los cultos (como pueden ser los Anuaki),
y ordenes exclusivas de uno solo (como los Señores de las Espadas).
De todas formas los miembros de cada orden tienen una función determinada
dentro de la iglesia Tayshari, y los componentes de cada una de las ordenes
debe seguir estrictamente estos preceptos comunes que quiere seguir perteneciendo
a su orden.
También hay ordenes exclusivas de algunas
regiones (como los Ejecutores de Elfos en Xultz) que por ser tan localistas
no citaremos en este tratado.
Los Anuaki (Iniciados) Esta orden es la encargada
de hacer las labores mas básicas de cada uno de los cultos como
pueda ser la de escribas, los cuidados y limpieza de cada capilla o mensajeros,
y a su vez esta dividida en dos sub ordenes: Los Naunaki, y los Dunogaki.
Los Naunaki, son iniciados que esperan convertirse alguna vez en sacerdotes,
y ayudan en las labores del templo mientras estudian para alcanzar esta
condición. Los Dunogaki, son iniciados que por razones meramente
sociales (escapar de una clase social mas baja), o por otro tipo de razones,
no tienen intención de alcanzar el rango de sacerdote. Estos últimos,
a pesar de no tener un vinculo tan fuerte con la iglesia, están
unidos a esta por un contrato por el cual tienen que realizar una serie
de labores anualmente para seguir manteniendo este estatus. A diferencia
de los Naunaki, los Dunogaki reciben ordenes de cualquiera de las ordenes
superiores, mientras que los Naunaki, solo deben obediencia a la orden
a la que aspiran entrar
Para acceder al estatus de sacerdote, a parte de
los requisitos para ello indicados en cada culto, los Naunaki tienen que
esperar a que haya una plaza vacante en el templo en el que hayan sido
entrenados. Tras esto todos los aspirantes deben hacer una oposición
por la cual se decide cuales son los mas aptos.
Los Señores de las Sombras, son los sacerdotes
de Shayka. Esta orden no tiene ninguna función especifica dentro
de la iglesia, lo que ha causado siempre rumores sobre la misión
que puede desempeñar. Se dice de ellos que son los espías
y asesinos de la iglesia, tras el asesinato del emperador Tavre Von Meneter
de Menetia, se rumoreó que su muerte había sido causada por
las altas jerarquías de la iglesia, rumor que se vio agravado por
el traslado del sumo sacerdote de esta orden a otro país. Gracias
al secretismo que rodea a esta orden, la gente de la calle les ha dado
el sobrenombre de “los asesinos santos”. Se rumorea que hay miembros de
esta orden espiando a los miembros mas importantes de las casas nobiliares,
y militares.
Nadie ajeno a la iglesia conoce la identidad de
los miembros de esta orden, pues muy pocos Naunaki pasan “oficialmente”
a entrar en ella. Solo el señor de las sombras, y el sumo Teogonista
conocen la identidad de todos los componentes de esta orden. Los Naunaki
que “oficialmente” se convierten en señores de las sombras suelen
ser aquellos que se dedican a entrenar a aquellos iniciados que quieren
entrar en la orden, una vez los han entrenado, ni siquiera ellos saben
si sus alumnos han llagado a entrar en la orden, ya que es el sumo sacerdote
quien decide esto.
Los Ejecutores, son los sacerdotes de Malander. Esta
orden esta formada por gente muy inestable. Aquí acaban los soldados
mas intratables, y los mas bestiales. Esta orden ha sido repudiada en varios
países, dada la naturaleza violenta de sus componentes, y como tal
no es aceptada por la iglesia Tayshari de Menetia (la principal del mundo,
y en la que se encuentra el gran Teogonista). Los dos únicos países
que aceptan a los Ejecutores son Shinzay, Ky´Em´Bra, lo que
ha provocado mas de una vez tensiones entre estas y, la iglesia central.
Por alguna razón desconocida los miembros de esta orden suelen actuar
de una manera calmada en presencia de las sanadoras (las sacerdotisas de
Lyzell), y estas parecen sentir una predilección especial por ellos,
llegando habitualmente estas relaciones a acabar en matrimonio.
Los Lexíteos, son sacerdotes que dadas sus
características físicas, o bien falta de plazas en la orden
a la que quieren entrar, dedican sus esfuerzos a la representación
de la iglesia Tayshari dentro del esquema político del país.
Las Sanadoras, son las sacerdotisas de Lyzell. Esta
orden esta a su vez dividida en dos sub ordenes. Las mujeres pertenecen
a las Álezen, “aquellos que curan a los hombres”, y los hombres
pertenecen a los Lýteos “aquellos que curan el mundo”. Las Álezen
dedican su vida a la curación de aquellos que mas sufren y no pueden
permitirse los servicios de un cirujano. Asimismo no les esta permitido
matar bajo ningún concepto. Los Lýteos son los encargados
de defender las capillas de Lyzell, en aquellos lugares donde no hay grandes
templos a los Tayshari. Su otra función (y la principal) es buscar,
y eliminar, a los adoradores de Yr´Laan.
Los Jueces, son los sacerdotes de Raika. A parte
de los Lexíteos, son la orden mas “publica” de la iglesia Tayshari.
Son lo encargados de impartir justicia dentro, y fuero de la iglesia. Sobre
ellos cae la responsabilidad de mantener el orden, y la respetabilidad
de la iglesia, teniendo para ello que controlar (y a veces ocultar) los
excesos de las demás ordenes. En esta orden no puede entrar gente
que tenga un pasado dudoso, o mención de el. Los jueces no solo
parecen gente sin tacha, sino que también tiene que serlo. Si se
descubriera un desliz en la actuación de cualquiera de ellos, toda
la orden sufriría, es por ello que a la mas mínima duda dentro
de la orden de la falsedad de uno de ellos, este se ve obligado a abandonarla
(irónicamente sin darle una oportunidad de demostrar su inocencia).
Pero todo esto es la teoría, pues se han
dado varios casos de jueces que han ignorado mas de uno de los preceptos,
y han permanecido en su puesto sin tener que dar explicaciones. Aunque,
eso si, han sido pocos casos aislados.
Los Señores de las Espadas son los sacerdotes
de Tarakus. Son el brazo ejecutor de la iglesia, exterminadores de herejes
y traidores. De esta orden también han salido los militares mejor
preparados, que tras conseguir una importante posición en distintos
ejércitos han abandonado la orden (ya que esta exige dedicar todo
su tiempo a la iglesia).
En la educación dada a los que pretenden
unirse a esta orden, priman la estrategia y el combate, sobre los estudios
teológicos, algo que los jueces siempre han criticado, pero que
nunca han podido cambiar. A esta educación se achaca que esta sea
la orden que mas gente abandona, para pasar a una vida mas “materialista”.
De todas formas, esta es la orden que mas respeto tiene entre la gente
de la calle, y la que mas iniciados tiene, ya que gracias a ella se puede
alcanzar rápidamente altas posiciones sociales. Es por ello, que
siempre que uno de los señores de las espadas abandona sus obligaciones,
hay una docena de iniciados esperando para ocupar su puesto.
Gracias a estos abandonos, el gran Teogonista, creó leyes
especiales para ellos, y por ellas, aquel que se convierte en señor
de las espadas, debe firmar un contrato por el cual se ata a la iglesia
por un mínimo de 15 años, no pudiendo abandonar antes su
puesto. |